lunes, 3 de junio de 2013

8

Me enseñaste a ver y sentir a través de tus ojos y tu piel, y ahora solo se hacerlo de ese modo. Pensé que bastaría con una estación para conseguir olvidar tu lección pero me equivoque, el tiempo no hace el olvido, estarás en mi por siempre, pasarán meses, años e incluso décadas y me seguiré haciendo insignificante cuando estés a mi lado. Creaste de la nada algo que yo consideraba imposible, te marchaste y tu amor se convirtió en dolor, dolor que convive conmigo, pero no te preocupes por mi, ya me he acostumbrado a él. ¿Sabes que es lo peor? Que si pudiera pedir un deseo, pediría un susurro. Tu voz cerrando heridas. Tú diciendo que has vuelto y esta vez para quedarte, que todo acabó, que no me preocupe, que confíe.
______________ ________  ___ _
Su mirada intensa y fria me atravesó. En ese momento supe que no quería escuchar su respuesta, no debía escucharla. Por suerte a pesar del tiempo él no había olvidado el lenguaje de mis ojos, agacho la cabeza, dio media vuelta y se marchó, sin decir nada, guardando todos sus pensamientos, sin hacer mención a ninguno de sus sentimientos, tal vez por temor... tal vez por compasión.

3 comentarios:

  1. Puff me encanta, pero es súper triste.
    Lo bueno de los corazones rotos es que sólo se pueden romper una vez, o eso dicen, yo quiero pensar que es verdad. Lo malo es que puede llevar mucho tiempo recomponerse, si es que se hace.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y cuando por fin se recompone, aparece alguien que te vuelve a romper y así siempre. Ley de vida, supongo.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar