jueves, 30 de mayo de 2013

Fuera de lugar. Perdida. Sola.


Me siento fuera de lugar, desorientada, totalmente perdida. Si ahora mismo me preguntaran que me pasa, ni siquiera sabría qué decir, no sabía por dónde empezar y no hablemos de cómo seguir. Hoy en uno de esos días en el que las ganas de seguir se quedaron por el camino. Uno de esos días en los que por no creer no me creo ni a mí misma. Uno de esos días en los que el nudo en la garganta puede conmigo. Siento que soy una pequeña pieza de ajedrez que alguien mueve de un lado para otro, y es que no se decide a donde colocarlo. Y mientras se decide a mi me da por pensar, pero por más que piense no llego a ninguna conclusión, solo consigo llenarme la cabeza de ideas inservibles, que desecho una y otra vez. Tengo miedo y es que se que haga lo que haga voy a tropezar, y no quiero ya me he caído demasiadas veces por la misma piedra y tengo demasiadas heridas como para caerme contra otras piedras, aunque quizás ya sea demasiado tarde para no querer tropezarme, quizás ya viva en el suelo, derrotada y asqueada.
Mi corazón se va despedazando con cada piedra disfrazada de mentiras y de traiciones. Será una tontería pero, vivo esperando que alguien ilumine este día gris con una sonrisa contagiosa que me haga pensar que no sirve de nada estar mal.

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